Por Ernesto Wong Maestre (*)
9 de septiembre de 2005
Según la religión animista africana,
tres orichas -cuando unen su acción- pueden producir grandes desvastaciones
como aviso, como castigo o como premio, y ningún oricha guardián, sea Orumbila
u Oggún pueden enfrentarlos con éxito. Para un creyente santero, pudieran creer
que Yemayá la reina de los mares, Agayú el rey de los ríos y Changó el dios de los rayos, en
una acción conjunta desvastaron -y no como premio- grandes regiones de Luisiana
y de sus territorios aledaños, los cuales son ricos en recursos naturales y muy
poblados, sobre todo a partir de alejarse del cauce del río Mississippi.
Luisiana está rodeada por Mississippi
(este), Texas(oeste) y Arkansas (norte) y Mar Caribe (sur). Por ser tres
estados esclavistas antes de la formación de la Nación actual es necesario
recordar que Luisiana tiene un 63,55% de población blanca, del total de casi 5
millones de habitantes, mientras que sólo 32,5% es afronorteamericana. Arkansas
con cerca de 3 millones, la población blanca es de cerca del 80% y la
afronorteamericana del 15,7%. Por su parte, Mississippi también con cerca de 3
millones de habitantes los blancos forman el 61,4% de la población, mientras
que los afronortemaericanos o negros constituyen sólo el 36,3%, lo cual es una
proporción más alta de afronorteamericanos que en Luisiana o Arkansas.
Sin embargo, todos los documentales y
reportajes de los medios de comunicación respecto a Luisiana muestran que más
del 85% de los muertos, desamparados y deambulantes a causa de Katrina son
pertenecientes a la población negra o afronorteamericana.
¿Qué está revelando -dramáticamente-
el huracán Katrina para quienes no profesamos la religión yoruba?
En un primer acercamiento, esto está
revelando las desigualdades sociales que existen en la Nación de Washington y
Lincoln, basadas en las desigualdades de desarrollo del país más poderoso del
planeta que permiten su actuación a escala mundial y que a su vez han
sustentado el desarrollo del norte y del oeste de los Estados Unidos.
En efecto, son precisamente esas
poblaciones residentes en esos tres estados que sustentan gran parte de las
riquezas de Estados Unidos. Y son precisamente ellos los que más sufren por no
tener casas apropiadas en zonas seguras, por tener estilos de vida consumistas
por encima de modos de vida habitables, por ser víctimas de infraestructuras
para extraer las riquezas de las regiones y no infraestructuras apropiadas para
darle bienestar a la
población. Y todo ello lo está demostrando el furor de
Katrina.
Luisiana, Mississippi y Arkansas son
regiones muy extremadamente ricas en recursos minerales. El petróleo y el gas
natural han sido y son los recursos más importantes. Las industrias estatales
comprenden productos químicos, equipamiento de transporte, productos derivados
del petróleo y del carbón, papel, alimentos procesados y metales. La sal y el
azufre resaltan en su economía. La industria forestal y agricultura son dos
grandes fuentes de riquezas. Luisiana es gran productora de madera
contrachapada y sus empresas pesqueras tienen una gran volumen de producción a
nivel nacional. Gran parte del impacto musical en la cultura norteamericana
proviene de Luisiana.
Sin embargo, un huracán como Katrina
les ha producido grandes daños materiales, humanos e institucionales puesto que
la naturaleza no sufre, pues ajusta o equilibra sus beneficios y perjuicios.
De qué les ha servido a estos cientos
de miles de potenciales ricos" -ahora desamparados- "la rápida
expansión de las industrias petroquímicas y de construcción naval"
ocurrida durante la
II Guerra Mundial, "así como al aumento de la producción
de gas y petróleo" para que el puerto de Nueva Orleans haya adquirido la
importancia que tuvo hasta que llegó Katrina?.
¿De qué ha servido el empuje de la
construcción naval y el canal de 122
km, que acortaba distancias entre Nueva Orleans y el
golfo de México, si sus constructores y obreros han quedado sin casas y todos
tienen que comenzar desde cero debido a una desigual distribución de las
riquezas que generaron todos esos beneficios, sólo para unos pocos que salieron
en helicópteros y aviones propios, o en grandes bam ante los anuncios
meteorológicos?.
¿De qué ha servido que Nueva Orleans se haya convertido en emplazamiento de las fábricas de cohetes para la Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (NASA) si esta gran empresa no hizo nada -o al menos lo necesario- por crearle a sus ciudadanos buenas condiciones contra huracanes -algo muy común en el sur de los Estados Unidos?
¿De qué ha servido que Nueva Orleans se haya convertido en emplazamiento de las fábricas de cohetes para la Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (NASA) si esta gran empresa no hizo nada -o al menos lo necesario- por crearle a sus ciudadanos buenas condiciones contra huracanes -algo muy común en el sur de los Estados Unidos?
¿De qué les sirvió a los ciudadanos de
Nueva Orleans que Ernest N. Morial fuera el primer alcalde negro que ganó las
elecciones de 1967 en la historia de Nueva Orleáns si este no pudo eliminar las
desigualdades entre blancos y negros?.
¿De qué les sirvió a los ciudadanos
afronorteamericanos que "durante las décadas de 1980 y 1990, la producción
de petróleo, gas natural y la industria petroquímica asociada" hayan
desempeñado "un papel fundamental en la economía de Luisiana" y que
el auge del turismo haya ayudado al estado a soportar los cambios en los
precios energéticos?.
Si bien está claro que todo esta riqueza creada en el sur de los Estados Unidos fue factor importante para el desarrollo de toda la Nación, aún no se profundiza, penetra y queda bien definida ante los votantes afronorteamericanos la comprensión de que para nada les ha valido a ellos estas riquezas ante este furor natural que tenía solamente categoría cuatro.
Si bien está claro que todo esta riqueza creada en el sur de los Estados Unidos fue factor importante para el desarrollo de toda la Nación, aún no se profundiza, penetra y queda bien definida ante los votantes afronorteamericanos la comprensión de que para nada les ha valido a ellos estas riquezas ante este furor natural que tenía solamente categoría cuatro.
Y sobre todo, los ciudadanos
afronorteamericanos deberán comenzar a tener bien en claro que a pesar de todas
las riquezas de esos Estados, ellos son unos simplemente desamparados en una
Nación poderosa y que la mejor protección -con el permiso de Orumila y de
Oggún- está en la unión de todos para poder decidir plenamente sus destinos y
elegir verdaderos gobernantes democráticos que encaucen las riquezas para
beneficio social y no empresarial.
Si se creyera en los orichas
seguramente se comprendería que el furor de Katrina no fue un castigo, ni un
premio, sino un aviso para los gobernantes que olvidan la suerte y destino de
sus ciudadanos, y solo saben pasar sus días de veraniego en fincas de recreo
con sus mascotas privilegiadas.
(*)
Docente, investigador y Co-Presidente de TRISOL
@ProfeWong
y Email: wongmaestre@gmail.com
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