sábado, 14 de diciembre de 2019

Declaración de la XVII Cumbre ALBA-TCP La Habana, 14 de diciembre 2019


Declaración de la XVII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la ALBA-TCP

15 años en defensa de la unidad, la paz y la integración

1.    Los Jefes de Estado y de Gobierno y los Jefes de Delegaciones de los países miembros e invitados de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), nos reunimos en La Habana, el 14 de diciembre de 2019, para conmemorar el XV Aniversario de la Alianza, fundada por los Comandantes Fidel Castro Ruz y Hugo Rafael Chávez Frías, con el firme compromiso de profundizarla, como expresión de las aspiraciones de independencia regional y baluarte de la integración genuinamente latinoamericana y caribeña frente a las crecientes amenazas a la autodeterminación, la soberanía, la paz y la estabilidad regionales.
2.    Reivindicamos el ideario de Bolívar, Martí, San Martín, Sucre, O´ Higgins, Petión, Morazán, Sandino, Maurice Bishop, Garvey, Túpac Katari, Bartolina Sisa, Chatoyer y otros próceres de la independencia latinoamericana y caribeña.
3.    Enfatizamos que la unidad e integración regional es la única vía para enfrentar la dominación que ejercen las estructuras hegemónicas de poder mundial, y que han dejado a nuestros pueblos en una condición histórica de subordinación y vulnerabilidad política, económica y cultural.
4.    Expresamos que el ALBA-TCP es el primer frente de integración genuinamente latinoamericano y caribeño, está sustentado en principios de solidaridad, justicia social, defensa de la independencia y soberanía, autodeterminación de los pueblos, cooperación y complementariedad económica, fruto de la profunda vocación integracionista de sus miembros y de su voluntad política de avanzar todos juntos hacia el desarrollo sostenible, para satisfacer las necesidades de nuestros países y pueblos.
5.    Resaltamos los logros sociales del ALBA-TCP, que han estado dirigidos al ser humano, sin importar su raza, estrato social, credo o posición política alguna, lo cual ha permitido que sean millones los latinoamericanos y caribeños que han sido beneficiados con las políticas sociales impulsadas por la Alianza.
6.    Resaltamos especialmente el Programa de alfabetización; la Misión Milagro; el Programa de atención a las personas con discapacidad; el Cardiológico Infantil Latinoamericano, la formación de médicos integrales en la Escuela Latinoamericana de Medicina-ELAM en Cuba y en Venezuela y PetroCaribe; así como también, las Casas del ALBA, los Juegos deportivos ALBA, Telesur y la Radio del sur.
7.    Destacamos los avances alcanzados por el ALBA-TCP en el ámbito económico y financiero, especialmente al cumplirse 11 años del establecimiento del Banco del ALBA, período en el cual se han desarrollado diversos proyectos de infraestructura, de producción y de servicios, en los distintos países de la región.
8.    Ratificamos nuestro compromiso con la construcción de un modelo alternativo de soberanía económica, expresado en una Nueva Arquitectura Financiera, para consolidar un sistema de intercambio y cooperación recíproca, solidaria, participativa y complementaria, que fortalezca nuestra libertad económica y comercial.
9.    Reiteramos nuestra voluntad de continuar trabajando y cooperando en el enfrentamiento al cambio climático, fenómeno que es producto del sistema capitalista, con sus patrones irracionales de producción y consumo, que agreden a nuestra Madre Tierra y que incrementan la frecuencia e intensidad de fenómenos naturales que ocasionan lamentables pérdidas humanas y materiales.
10. Resaltamos la participación y presencia plena de los movimientos sociales, de solidaridad y sectores populares en nuestro proceso integracionista, para avanzar en la construcción de sociedades incluyentes, culturalmente diversas y ambientalmente responsables, que excluya la explotación del ser humano.
11. Condenamos la política agresiva e intervencionista del Gobierno de Estados Unidos, que con la complicidad de las oligarquías nacionales y de los medios corporativos de la información, unida a las consecuencias de la férrea aplicación de inhumanos modelos neoliberales, son las causas fundamentales de la peligrosa inestabilidad regional.
12. Reiteramos que la política actual del gobierno de los Estados Unidos hacia Nuestra América plantea desafíos que generan claras violaciones a los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, así como a los postulados de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
13. Repudiamos las amenazas de uso de la fuerza por el gobierno de Estados Unidos contra la República Bolivariana de Venezuela y el sostenimiento y ampliación de criminales medidas coercitivas unilaterales contra su pueblo, que continúan siendo la principal amenaza a la paz en América Latina y el Caribe. Respaldamos a la Revolución bolivariana, a la unidad cívico-militar de su pueblo y al Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela.
14. Rechazamos la activación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) contra la República Bolivariana de Venezuela, lo cual representa un peligro para la paz, que podría facilitar la fabricación de un pretexto y establecer las bases para una eventual intervención militar contra el pueblo bolivariano.
15. Condenamos el golpe de Estado contra el gobierno constitucional del compañero Evo Morales Ayma en Bolivia, el cual constituye una expresión clara de la estrategia imperialista de Estados Unidos en el hemisferio occidental y su intención permanente de vulnerar la libre determinación de nuestros pueblos en función de sus pretensiones hegemónicas. La complicidad de la oligarquía boliviana en la violenta interrupción de la institucionalidad democrática en el país y el apoyo complaciente de otras oligarquías de la región a esta flagrante violación del Estado de Derecho y de los derechos humanos, no admiten dudas.
16. Destacamos que con el propósito de recuperar los espacios conquistados por los pueblos con gobiernos progresistas, el gobierno de los Estados Unidos, en contubernio con las oligarquías de la región, revive métodos que parecían superados en la historia de América Latina y aplica nuevas fórmulas de la llamada guerra no convencional.
17. Denunciamos que en Bolivia se han multiplicado la intolerancia, el racismo, la represión brutal contra los movimientos sociales y los pueblos originarios, con la clara determinación de revertir los logros alcanzados por su pueblo durante la presidencia del compañero Evo Morales Ayma.
18. Denunciamos que las amenazas y los reiterados intentos desestabilizadores contra el gobierno legítimo de la hermana República de Nicaragua son una violación del Derecho Internacional. El Gobierno sandinista de Nicaragua y su Presidente, Daniel Ortega Saavedra, cuentan con nuestra solidaridad y apoyo.
19. Expresamos nuestra solidaridad con el pueblo de la hermana Mancomunidad de Dominica, y felicitamos al Primer Ministro Roosevelt Skerrit por su reelección el pasado 6 de diciembre con un amplio respaldo popular.
20. Rechazamos las acciones injerencistas contra el proceso político en Surinam y los intentos de desestabilizar dicho país. El Gobierno Constitucional de Surinam y su Presidente, Desiré Bouterse, cuentan con nuestra solidaridad y apoyo.
21. Repudiamos firmemente la aplicación de la Doctrina Monroe. Demandamos el respeto a la libre determinación de nuestros pueblos, a la soberanía, la integridad territorial y la no injerencia en los asuntos internos de cada Estado, la solución pacífica de controversias internacionales, el rechazo al uso o a la amenaza del uso de la fuerza en las relaciones internacionales, al tiempo que denunciamos el uso de métodos de guerra no convencional para derrocar gobiernos legítimos y la imposición de medidas coercitivas unilaterales contra países latinoamericanos y caribeños.
22. Manifestamos que el ascenso de los gobiernos neoliberales al poder político en la región ha generado un evidente retroceso de las políticas de beneficio social en varios países, incrementando los índices de pobreza, las profundas desigualdades sociales y la marginación de amplios sectores populares.
23. Declaramos que la creciente corrupción de gobiernos neoliberales, su ejercicio del poder para maximizar los beneficios de las corporaciones transnacionales y de exiguas élites privilegiadas; la violencia y la brutalidad policial, han provocado el estallido de multitudinarias manifestaciones en Nuestra América.
24. Denunciamos la falsedad estadounidense de atribuir a miembros de esta Alianza, la responsabilidad en la organización de las masivas protestas populares que se han extendido por la región, lo que persigue ocultar el fracaso de las gestiones de gobiernos neoliberales que se pliegan a los requerimientos impuestos por Washington.
25. Rechazamos la tergiversación vergonzosa de la realidad latinoamericana por Estados Unidos y las élites oligárquicas de la región que buscan ocultar la verdadera génesis de las manifestaciones populares.
26. Repudiamos los autoproclamados paladines de los derechos humanos y la democracia, que acuden cada vez más a la militarización y a la represión para sostener el modelo neoliberal en crisis. Las cifras de muertos, heridos y mutilados ilustran por sí mismas el uso desproporcionado de la fuerza por los cuerpos represivos. El apoyo de varios gobiernos a la brutal represión en diversos países y el silencio cómplice de otros, es inaceptable.
27. Condenamos las sistemáticas acciones del Gobierno de Estados Unidos para desacreditar y sabotear la cooperación internacional que presta Cuba en la esfera de la salud en decenas de países, la cual ha beneficiado a millones de personas, así como las groseras presiones ejercidas contra varios gobiernos para que interrumpan la acogida de la solidaria cooperación cubana, en detrimento del derecho a la vida y del acceso a servicios médicos de sus ciudadanos.
28. Destacamos la reciente adopción por la Asamblea General de las Naciones Unidas de la resolución titulada “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba” por 187 votos a favor, que patentizó una vez más el aislamiento abrumador del gobierno estadounidense, en el contexto de una comunidad internacional comprometida con la verdad, la justicia y el respeto al Derecho Internacional. La lamentable decisión del gobierno de Brasil de votar en contra y del gobierno de Colombia de abstenerse, confirman el secuestro de sus políticas por sectores abiertamente plegados a los intereses de la Casa Blanca.
29. Expresamos nuestra solidaridad con los hermanos países caribeños, que padecieron el genocidio contra la población nativa, los horrores de la esclavitud, la trata transatlántica y el saqueo colonial y neocolonial, enfrentan hoy los retos resultantes del cambio climático, los desastres naturales y el injusto sistema financiero que pone en peligro sus pequeñas economías. Ratificamos el derecho de los países del Caribe a recibir un tratamiento justo, especial y diferenciado. El Caribe encontrará siempre en el ALBA-TCP una plataforma de articulación, cooperación y complementariedad para la defensa de sus justos reclamos y reparaciones.
30. Manifestamos nuestro anhelo de unidad e integración que confirma la importancia de preservar la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), mecanismo genuino para promover los intereses comunes de nuestras naciones mediante la concertación política con respeto a la diversidad. En ese sentido, nos comprometemos a apoyar a México en su ejercicio de la Presidencia Pro Témpore de la Comunidad.
31. Saludamos la adhesión de Antigua y Barbuda como miembro pleno del Banco del ALBA, el 04 de noviembre de 2019.

Los desafíos que enfrentamos reafirman la necesidad de cerrar filas frente a las amenazas, injerencias y agresiones externas, con plena confianza en la victoria. Unidos enfrentaremos el intervencionismo y el golpismo. Nos ampara la convicción profunda de que la construcción del futuro mejor que deseamos y por el que trabajamos para Nuestra América, está y estará cada vez más en las manos fuertes y firmes de los pueblos libres.

Garanticemos la realización de los derechos a la vida, a la paz, a la libre determinación y al desarrollo a los que nuestros pueblos son acreedores. ¡Unámonos! De la unidad depende la victoria de las causas justas que reivindicamos.

Buscamos la solidaridad no como un fin sino como un medio encaminado a lograr que Nuestra América cumpla su misión universal.

José Martí, Nuestra América.

La Habana, 14 de diciembre de 2019

viernes, 13 de diciembre de 2019

ALBA-TCP: mecanismo efectivo de concertación e integración a potenciarse en Cumbre de La Habana. 13/12/19


.Noticias de Venezuela….

ALBA-TCP se fortalecerá en cumbre de La Habana, canciller Arreaza

La Habana, 13 dic (Prensa Latina) La Alianza Bolivariana de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) se fortalecerá como mecanismo de concertación e integración política, afirmó aquí el canciller venezolano Jorge Arreaza.

El jefe de la diplomacia de la nación sudamericana se encuentra en esta capital para participar en la XVII Cumbre del ALBA-TCP, que reunirá a mandatarios y altos representantes de las naciones que conforman ese foro, iniciativa de Fidel Castro y Hugo Chávez.

Arreaza significó a la prensa los complejos momentos que vive Latinoamérica y el Caribe, donde Estados Unidos lidera cruzadas contra los gobiernos, líderes y movimientos progresistas.

Subrayó que el ALBA-TCP tiene un concepto de integración y complementación más allá de lo comercial, pues busca desarrollar la educación, la salud y la cultura de los pueblos.

Añadió que está activa la concertación política del grupo en diversos foros internacionales y en temas de tanta actualidad como el cambio climático.

Jorge Arreaza calificó de vergonzoso que aquellos que resultan los principales responsables de la contaminación del medio ambiente y de los gases con efecto invernadero se disputen paliativos, como ocurre en la Conferencia de Naciones Unidas COP 25, que tiene lugar en Madrid.

El análisis de la situación en la región, y el papel del ALBA-TCP, resultan los temas principales de la agenda de la cumbre de La Habana, a pocas semanas del golpe de Estado en Bolivia, que Arreaza condenó, y de movilizaciones populares antineoliberales, como ocurren en Chile y Colombia.

Cuba, Venezuela, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, Dominica, Granada, Antigua y Barbuda y San Cristóbal y Nevis, Surinam y Santa Lucía conforman el ALBA-TCP, cuyo secretario ejecutivo es el boliviano David Choquehuanca.

domingo, 27 de octubre de 2019

La dictadura chilena no pudo matar las esperanzas. 27/10/19


 La dictadura chilena no pudo matar las esperanzas

Por Ernesto Wong Maestre (*)

Leyendo los reportes de prensa realizados por los medios de comunicación sobre la rebelión popular chilena, esos articulados a las redes informativas que cumplen los dictados de los gobiernos de los EE.UU,  se puede constatar tanto la incapacidad de sus periodistas, como también las intenciones de sus jefes, para comprender o para hacer creer lo que actualmente está aconteciendo en Chile, en particular cuando hace pocas horas atrás la rebelión ha llegado a sumar casi millón y medio de manifestantes de todas las edades en las calles de la capital; en una concentración considerada la más numerosa de la historia chilena, solo comparable con las efectuadas en apoyo al socialista Salvador Allende, quien ganara la presidencia de Chile en 1970, y luego fuera derrocado en 1973 por el cruento golpe militar encabezado por el general Augusto Pinochet y dirigido desde Washington.

Pinochet se convirtió en el dictador suramericano más sanguinario de la historia y apoyado en las fuerzas armadas.  Asesinó y desapareció a miles de personas, incluidos niños y ancianos, e impuso leyes, medidas no escritas, y normas de comportamiento dictatoriales que cercenaron la democracia durante varias décadas. Algunas de ellas siguen  vigentes en el actual gobierno de Sebastián Piñera, como es la Constitución de la República, por citar solo algunas que siguen limitando la vida democrática, si acaso a elecciones porque ni libre expresión hay en un país donde un alto por ciento de los medios de comunicación responden a los intereses del capital, y sobre todo de un capital ensangrentado porque gran parte de él se originó desde el reparto y apropiación de bienes de producción y servicios que la casta militar golpista y sus empresarios aduladores aprovecharon para enriquecerse; el actual presidente entre ellos.

El dictador que dirigió el gobierno de facto estuvo reprimiendo a la sociedad chilena durante diecisiete años porque es un pueblo que cuando votó mayoritariamente por Allende en 1970 sobrepasó la cifra del millón de electores (1.075.016)  y después de casi cincuenta años, la mayoría de los que sobrevivieron a la represión o a la muerte natural continúa decidido a rescatar el ideal socialista y ahora junto a sus hijos ya maduros y nietos que hoy son la mayoría de los rebelados contra Piñera y el sistema político-económico. “No tenemos miedo” exclaman sin capucha y sin armas,  abiertamente ante los y las periodistas, esos jovencitos que ya son verdaderos soldados de la Patria enfrentados a los carabineros de la dictadura. 

Nadie debería dudar de la potencialidad de esa fusión de generaciones porque es lógico pensar que aquel millón allendista se quintuplicó, sea dentro como fuera de Chile debido a la emigración forzada causada por las masacres de Pinochet, y si bien muchas de esas familias emprendieron nuevas vidas, la mayoría quedó residiendo en el país, pendientes y con su cultura chilena, la verdadera del pueblo, que es, como en toda Suramérica, de raigambre independentista y por ello democrática.

Allende tuvo muchas razones cuando avizoró que se abrirían, más temprano que tarde, “las grandes alamedas” por donde pasaría “el hombre nuevo”, ese que años antes había imaginado Fidel Castro y Che Guevara y que después en 1979 fue (y es) ideal también de la Revolución Sandinista, e idea clave en la corta vida de Maurice Bishop con su Revolución de la Nueva Joya en Granada, los cuatro procesos sociales enfocados en el ideal socialista que precedió y fueron objeto de estudio, del Comandante y líder Hugo Chávez, para iniciar una nueva fase, ahora victoriosa, de la Revolución Bolivariana que ahora lidera, ejemplarmente, Nicolás Maduro. Hoy, en los Andes de los aymaras y los quechuas, donde año tras años rememoran al Che y a Allende se enarbola también el ideal del “hombre nuevo”, liderado por ese ejemplo de indígena nuevo llamado Evo Morales.

Esa fusión de generaciones es el gran proceso humano y social  en el que se dirimirán las contradicciones en el siglo XXI y está condicionado ahora por tres procesos, a saber:  a) por una aguda crisis estructural del capitalismo, en tensión con los proyectos nacionales o plurinacionales enfocados al socialismo; b) por un tipo de política cada día más demagógica e inmoral de los gobernantes pro capitalistas que es evidenciada con mayor significado social debido a la expansión de las redes sociales, con su correlato de rechazo masivo, y por ello 3) de una conciencia política de liberación y emancipación más profunda y extendida en la ciudadanía.

De esa dialéctica de las tensiones sociales y políticas, como “expresión concentrada de la economía” surgirán, cada año, en cantidades mayores en el mundo, tres tipos de gobiernos: unos enfocados abiertamente al socialismo con fortalecimiento del Estado y presencia de capital privado y del globalizado con diferentes tipos de alianzas; otros con variantes políticas socialdemócratas como tránsito para contener al capitalismo depredador pero priorizando al capital privado sobre el público; y otros, gobiernos del tipo “liberal” que como consecuencia de correlaciones de fuerzas entre los poderes de esos estados, mantendrán y tratarán de prolongar de una u otra forma –por ahora- el poder de la burguesía, la que nunca podrá asesinar las esperanzas de los pueblos, tal y como lo estamos viviendo ahora, en cada nación en transformación, con sus particularidades y generalidades, sea en Suramérica, Centroamérica, Caribe, África del norte, África Central y Meridional, Asia Menor, Europa, Medio Oriente, Norteamérica, Eurasia o incluso Australia.  

Aunado a esos tres tipos de gobiernos, se encuentran los restantes, esos que seguirán desestructurándose, integrantes del “imperialismo colectivo” y practicantes asiduos del no reconocimiento social como política gubernamental, y todo como consecuencia de las tensiones sociales crecientes al interior de sus sociedades y de las tensiones con el entorno regional o global, en lo que está mediando una aceleración inusitada y diversificada de las comunicaciones, y en las que cada día intervienen más millones de seres, de esos siete mil millones que hoy conforman la esperanzadora humanidad, más confuciana, roussoniana y bolivariana que hobbesiana o durkheimana, y por ello predominando el ideal del destino común y de los beneficios compartidos.

De manera que la fusión de generaciones imbuidas de un ideal común y decididas a transformar la sociedad y las relaciones con su entorno no es un resultado evolucionista sino la expresión de un proceso de desarrollo en que ellas llegan al punto de “no retorno” aunque no exenta de contradicciones tripolares,  o al momento de evitar a toda costa y bajo cualquier peligro de que no les maten las esperanzas quienes por años, injustamente, no les han reconocido sus anhelos y sus derechos.    

 (*) Profesor de las Maestrías en Derecho Internacional Público de la UBV y Política Exterior de Venezuela del IAEDPG; es Master de FLACSO-México y Doctor en Seguridad de la Nación de la UMBV. Es co-Presidente de la Tricontinental de las Relaciones Internacionales y la Solidaridad (TRISOL) para su Planificación, Organización y Desarrollo. Director del Blog http://noticiasvenezolanasymundiales.blogspot.com

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