Declaración
de la XVII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la ALBA-TCP
15 años en defensa de la unidad, la paz y la integración
1. Los Jefes de
Estado y de Gobierno y los Jefes de Delegaciones de los países miembros e
invitados de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América –
Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), nos reunimos en La Habana, el 14
de diciembre de 2019, para conmemorar el XV Aniversario de la Alianza, fundada
por los Comandantes Fidel Castro Ruz y Hugo Rafael Chávez Frías, con el firme
compromiso de profundizarla, como expresión de las aspiraciones de
independencia regional y baluarte de la integración genuinamente
latinoamericana y caribeña frente a las crecientes amenazas a la autodeterminación,
la soberanía, la paz y la estabilidad regionales.
2. Reivindicamos
el ideario de Bolívar, Martí, San Martín, Sucre, O´ Higgins, Petión, Morazán,
Sandino, Maurice Bishop, Garvey, Túpac Katari, Bartolina Sisa, Chatoyer y otros
próceres de la independencia latinoamericana y caribeña.
3. Enfatizamos
que la unidad e integración regional es la única vía para enfrentar la
dominación que ejercen las estructuras hegemónicas de poder mundial, y que han
dejado a nuestros pueblos en una condición histórica de subordinación y
vulnerabilidad política, económica y cultural.
4. Expresamos
que el ALBA-TCP es el primer frente de integración genuinamente latinoamericano
y caribeño, está sustentado en principios de solidaridad, justicia social,
defensa de la independencia y soberanía, autodeterminación de los pueblos,
cooperación y complementariedad económica, fruto de la profunda vocación
integracionista de sus miembros y de su voluntad política de avanzar todos
juntos hacia el desarrollo sostenible, para satisfacer las necesidades de
nuestros países y pueblos.
5. Resaltamos
los logros sociales del ALBA-TCP, que han estado dirigidos al ser humano, sin
importar su raza, estrato social, credo o posición política alguna, lo cual ha
permitido que sean millones los latinoamericanos y caribeños que han sido
beneficiados con las políticas sociales impulsadas por la Alianza.
6. Resaltamos
especialmente el Programa de alfabetización; la Misión Milagro; el Programa de
atención a las personas con discapacidad; el Cardiológico Infantil Latinoamericano,
la formación de médicos integrales en la Escuela Latinoamericana de
Medicina-ELAM en Cuba y en Venezuela y PetroCaribe; así como también, las Casas
del ALBA, los Juegos deportivos ALBA, Telesur y la Radio del sur.
7. Destacamos
los avances alcanzados por el ALBA-TCP en el ámbito económico y financiero,
especialmente al cumplirse 11 años del establecimiento del Banco del ALBA,
período en el cual se han desarrollado diversos proyectos de infraestructura,
de producción y de servicios, en los distintos países de la región.
8. Ratificamos
nuestro compromiso con la construcción de un modelo alternativo de soberanía
económica, expresado en una Nueva Arquitectura Financiera, para consolidar un
sistema de intercambio y cooperación recíproca, solidaria, participativa y
complementaria, que fortalezca nuestra libertad económica y comercial.
9. Reiteramos
nuestra voluntad de continuar trabajando y cooperando en el enfrentamiento al
cambio climático, fenómeno que es producto del sistema capitalista, con sus
patrones irracionales de producción y consumo, que agreden a nuestra Madre
Tierra y que incrementan la frecuencia e intensidad de fenómenos naturales que
ocasionan lamentables pérdidas humanas y materiales.
10. Resaltamos la
participación y presencia plena de los movimientos sociales, de solidaridad y
sectores populares en nuestro proceso integracionista, para avanzar en la
construcción de sociedades incluyentes, culturalmente diversas y ambientalmente
responsables, que excluya la explotación del ser humano.
11. Condenamos la
política agresiva e intervencionista del Gobierno de Estados Unidos, que con la
complicidad de las oligarquías nacionales y de los medios corporativos de la
información, unida a las consecuencias de la férrea aplicación de inhumanos
modelos neoliberales, son las causas fundamentales de la peligrosa
inestabilidad regional.
12. Reiteramos
que la política actual del gobierno de los Estados Unidos hacia Nuestra América
plantea desafíos que generan claras violaciones a los principios consagrados en
la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, así como a los
postulados de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
13. Repudiamos
las amenazas de uso de la fuerza por el gobierno de Estados Unidos contra la
República Bolivariana de Venezuela y el sostenimiento y ampliación de
criminales medidas coercitivas unilaterales contra su pueblo, que continúan
siendo la principal amenaza a la paz en América Latina y el Caribe. Respaldamos
a la Revolución bolivariana, a la unidad cívico-militar de su pueblo y al
Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela.
14. Rechazamos la
activación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) contra la
República Bolivariana de Venezuela, lo cual representa un peligro para la paz,
que podría facilitar la fabricación de un pretexto y establecer las bases para
una eventual intervención militar contra el pueblo bolivariano.
15. Condenamos el
golpe de Estado contra el gobierno constitucional del compañero Evo Morales
Ayma en Bolivia, el cual constituye una expresión clara de la estrategia
imperialista de Estados Unidos en el hemisferio occidental y su intención
permanente de vulnerar la libre determinación de nuestros pueblos en función de
sus pretensiones hegemónicas. La complicidad de la oligarquía boliviana en la
violenta interrupción de la institucionalidad democrática en el país y el apoyo
complaciente de otras oligarquías de la región a esta flagrante violación del
Estado de Derecho y de los derechos humanos, no admiten dudas.
16. Destacamos
que con el propósito de recuperar los espacios conquistados por los pueblos con
gobiernos progresistas, el gobierno de los Estados Unidos, en contubernio con
las oligarquías de la región, revive métodos que parecían superados en la
historia de América Latina y aplica nuevas fórmulas de la llamada guerra no
convencional.
17. Denunciamos
que en Bolivia se han multiplicado la intolerancia, el racismo, la represión
brutal contra los movimientos sociales y los pueblos originarios, con la clara
determinación de revertir los logros alcanzados por su pueblo durante la
presidencia del compañero Evo Morales Ayma.
18. Denunciamos
que las amenazas y los reiterados intentos desestabilizadores contra el
gobierno legítimo de la hermana República de Nicaragua son una violación del
Derecho Internacional. El Gobierno sandinista de Nicaragua y su Presidente,
Daniel Ortega Saavedra, cuentan con nuestra solidaridad y apoyo.
19. Expresamos
nuestra solidaridad con el pueblo de la hermana Mancomunidad de Dominica, y
felicitamos al Primer Ministro Roosevelt Skerrit por su reelección el pasado 6
de diciembre con un amplio respaldo popular.
20. Rechazamos
las acciones injerencistas contra el proceso político en Surinam y los intentos
de desestabilizar dicho país. El Gobierno Constitucional de Surinam y su
Presidente, Desiré Bouterse, cuentan con nuestra solidaridad y apoyo.
21. Repudiamos
firmemente la aplicación de la Doctrina Monroe. Demandamos el respeto a la
libre determinación de nuestros pueblos, a la soberanía, la integridad
territorial y la no injerencia en los asuntos internos de cada Estado, la
solución pacífica de controversias internacionales, el rechazo al uso o a la
amenaza del uso de la fuerza en las relaciones internacionales, al tiempo que
denunciamos el uso de métodos de guerra no convencional para derrocar gobiernos
legítimos y la imposición de medidas coercitivas unilaterales contra países
latinoamericanos y caribeños.
22. Manifestamos
que el ascenso de los gobiernos neoliberales al poder político en la región ha
generado un evidente retroceso de las políticas de beneficio social en varios
países, incrementando los índices de pobreza, las profundas desigualdades
sociales y la marginación de amplios sectores populares.
23. Declaramos
que la creciente corrupción de gobiernos neoliberales, su ejercicio del poder para
maximizar los beneficios de las corporaciones transnacionales y de exiguas
élites privilegiadas; la violencia y la brutalidad policial, han provocado el
estallido de multitudinarias manifestaciones en Nuestra América.
24. Denunciamos
la falsedad estadounidense de atribuir a miembros de esta Alianza, la
responsabilidad en la organización de las masivas protestas populares que se
han extendido por la región, lo que persigue ocultar el fracaso de las
gestiones de gobiernos neoliberales que se pliegan a los requerimientos
impuestos por Washington.
25. Rechazamos la
tergiversación vergonzosa de la realidad latinoamericana por Estados Unidos y
las élites oligárquicas de la región que buscan ocultar la verdadera génesis de
las manifestaciones populares.
26. Repudiamos
los autoproclamados paladines de los derechos humanos y la democracia, que
acuden cada vez más a la militarización y a la represión para sostener el
modelo neoliberal en crisis. Las cifras de muertos, heridos y mutilados
ilustran por sí mismas el uso desproporcionado de la fuerza por los cuerpos
represivos. El apoyo de varios gobiernos a la brutal represión en diversos
países y el silencio cómplice de otros, es inaceptable.
27. Condenamos
las sistemáticas acciones del Gobierno de Estados Unidos para desacreditar y
sabotear la cooperación internacional que presta Cuba en la esfera de la salud
en decenas de países, la cual ha beneficiado a millones de personas, así como
las groseras presiones ejercidas contra varios gobiernos para que interrumpan
la acogida de la solidaria cooperación cubana, en detrimento del derecho a la
vida y del acceso a servicios médicos de sus ciudadanos.
28. Destacamos la
reciente adopción por la Asamblea General de las Naciones Unidas de la
resolución titulada “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y
financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba” por 187
votos a favor, que patentizó una vez más el aislamiento abrumador del gobierno
estadounidense, en el contexto de una comunidad internacional comprometida con
la verdad, la justicia y el respeto al Derecho Internacional. La lamentable
decisión del gobierno de Brasil de votar en contra y del gobierno de Colombia
de abstenerse, confirman el secuestro de sus políticas por sectores
abiertamente plegados a los intereses de la Casa Blanca.
29. Expresamos
nuestra solidaridad con los hermanos países caribeños, que padecieron el
genocidio contra la población nativa, los horrores de la esclavitud, la trata
transatlántica y el saqueo colonial y neocolonial, enfrentan hoy los retos
resultantes del cambio climático, los desastres naturales y el injusto sistema
financiero que pone en peligro sus pequeñas economías. Ratificamos el derecho
de los países del Caribe a recibir un tratamiento justo, especial y
diferenciado. El Caribe encontrará siempre en el ALBA-TCP una plataforma de
articulación, cooperación y complementariedad para la defensa de sus justos
reclamos y reparaciones.
30. Manifestamos
nuestro anhelo de unidad e integración que confirma la importancia de preservar
la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), mecanismo genuino
para promover los intereses comunes de nuestras naciones mediante la
concertación política con respeto a la diversidad. En ese sentido, nos
comprometemos a apoyar a México en su ejercicio de la Presidencia Pro Témpore
de la Comunidad.
31. Saludamos la
adhesión de Antigua y Barbuda como miembro pleno del Banco del ALBA, el 04 de
noviembre de 2019.
Los desafíos que enfrentamos reafirman la
necesidad de cerrar filas frente a las amenazas, injerencias y agresiones
externas, con plena confianza en la victoria. Unidos enfrentaremos el
intervencionismo y el golpismo. Nos ampara la convicción profunda de que la
construcción del futuro mejor que deseamos y por el que trabajamos para Nuestra
América, está y estará cada vez más en las manos fuertes y firmes de los
pueblos libres.
Garanticemos la realización de los derechos a
la vida, a la paz, a la libre determinación y al desarrollo a los que nuestros
pueblos son acreedores. ¡Unámonos! De la unidad depende la victoria de las
causas justas que reivindicamos.
Buscamos la solidaridad no como un fin sino
como un medio encaminado a lograr que Nuestra América cumpla su misión
universal.
José Martí, Nuestra América.
La Habana, 14 de diciembre de 2019
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