domingo, 26 de marzo de 2017

La defensa de la verdad ante la OEA y la opinión pública

LA DEFENSA DE LA VERDAD EN LA OEA
 Por Ernesto Wong Maestre (*)

Los pueblos del mundo, latinoamericanos y caribeños sobre todo, están siendo sometidos por el imperialismo yanqui y sus redes de medios de información a la más brutal campaña de descrédito en contra de los avances logrados por el pueblo venezolano y su Revolución Bolivariana. La llevan cabo para que estos grandes logros no se extiendan y se fijen en las conciencias populares como jalones y como esperanzas en sus proyecciones electorales.  

Fijémonos que toda la agitación de la OEA con su malogrado secretario general,  violando el derecho internacional y las propias normas interinstitucionales, en su agresividad hacia Venezuela, está prevista para antes de la 2da vuelta de las elecciones de Ecuador del próximo domingo 2 de abril de manera que la matriz contrarrevolucionaria de la inexistente "crisis humanitaria" en Venezuela, lanzada desde hace meses, alcance mayor pretensión de validez entre los segmentos sociales de indecisos votantes que son quienes están decidiendo la inclinación de la balanza para uno u otro lado, dada la polarización que viene dándose en las elecciones latinoamericanas. Ya esa matriz dio cierto resultado a la derecha contra Podemos en España y en la primera vuelta contra Lenin Moreno. En ambos casos los candidatos de la derecha explotaron la imagen de Venezuela dañada por ellos mismos con sus transnacionales de la noticia y de la opinión.

Para la OEA y quienes la gobiernan como un "ministerio", los procedimientos y plazos estatuidos para tratar un asunto internacional que necesitan poner en la palestra informativa no valen nada y mucho menos la crisis social mexicana, ni la corrupción en Odebrecht o la carne adulterada en Brasil, ni los crímenes de periodistas y de líderes populares en Colombia, o la crisis política de Honduras y Guatemala. Solo les interesa propagar falsedades sobre Venezuela, ahorita, ya, y es por la segunda vuelta en Ecuador, ante todo. Veremos varios show mediáticos de los lacayos del imperio ante la comparecencia de la digna Canciller Delcy Rodríguez en la OEA. Esa calaña oligárquica será hasta capaz de llevar a la esposa del criminal Leopoldo López, LilianTintori, y a otros operadores políticos,  e incluso al burgués Mario Vargas LLosa o al mercenario Carlos Alberto Montaner con el fin de neutralizar las palabras de la canciller venezolana.

Las fuerzas de izquierda preparan su artillería de voceros amigos internacionales que conocen a fondo, no tan solo las maniobras enemigas sino la verdad de todo lo que ha hecho y sigue haciendo el Gobierno de Venezuela por la sociedad residente en el país, incluidos los más de cinco millones de inmigrantes. Las transformaciones sociales y los servicios de salud y educación gratuitos, el desarrollo de la infraestructura de carreteras, autopistas, comunicaciones, satélites, y los avances en la democracia participativa y protagónica del pueblo son ejemplos fuertes para todas las sociedades. Todo hay que resaltarlo con estrategias comunicativas eficaces en el discurso oral, radial, televisivo e impreso. Saber argumentar lo propio es contrarrestar las faltas ajenas, sin mencionar países ni pueblos. Ellos sabrán sacar cuentas y hacer balances de sus gobernantes hipócritas y demagogos que ahora intentan confabularse contra Venezuela.

Después de obtenido su objetivo antivenezolano, el imperio seguirá con más fuerza si logra derrocar la Revolución Ciudadana en las urnas, aún con amenazas, terrorismo psicológico y mentiras. Así ha venido pasando desde que  el imperio inició su contraofensiva con el golpe  de Estado al hondureño Manuel Zelaya en 2008 y la intensificó con nuevas técnicas de manipulación al dar un golpe de Estado parlamentario a la brasileña Dilma Rousseff y conspirar a diestra y siniestra para vencer en elecciones a Cristina Fernández de Kirchner en Argentina, hasta lograr desgajar al poder legislativo venezolano del ámbito bolivariano, aún cuando sea uno de los cinco poderes estadales de Venezuela, para desde allí operar como lo han venido haciendo en los dos últimos años. La historia de América Latina ya está bien clara para los pueblos en cuanto a intervenciones, invasiones y golpes de Estado llevados a cabo bajo las normas de la Escuela de las Américas y del Pentágono yanqui. Y los pueblos sabrán –tarde o temprano- ajustar las cuentas a sus apátridas.  

El poder mediático lo exprimen al máximo, y al imperio no le importa si es con mentiras y falsedades. Se aprovecha de las oligarquías para juntos enmascarar, con la "crisis humanitaria" en Venezuela, las crisis del capitalismo en esos países. Así se aprecia en el extenso centimetraje de escritos sobre Venezuela, en la prensa internacional monopólica, de articulistas especializados en inducir rechazos al bolivarianismo, con sofismas y con encadenamientos de hechos, construidos con operaciones encubiertas y acciones subversivas antipatriotas de la burguesía parásita y de sus mercenarios o paramilitares importados de Colombia.

Es muy lamentable observar como las guerras de Irak, Afganistán, Libia y Siria que han destruido a esos países, es una opción política para la burguesía apátrida venezolana que incita al complejo militar-financiero-comunicacional a invadir la Patria de Simón Bolívar y Hugo Chávez. La ambición y el egoísmo le llevará al repudio histórico y los apellidos de quienes patrocinan  la guerra económica, las campañas mediáticas y buscan sumir al pueblo en una guerra destructiva quedarán inscritos para la historia en la lápida de traidores y vendepatrias.

Esta semana es la más crucial para la Revolución Ciudadana en Ecuador y para todo el proyecto ALBA y por ello para Venezuela, e incluso para las relaciones con Rusia y China. Pensar en  eso y actuar en consecuencia con mucho talento y audacia en la OEA y en cuanto espacio sea necesario es el deber de todas las personas honestas de Nuestra América.

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