EN ECUADOR TAMBIEN
VENCIO EL BOLIVARIANISMO Y LA REVOLUCIÓN
Por Ernesto Wong
Maestre
El gran
aporte del pueblo venezolano al triunfo del líder ecuatoriano Lenin Moreno es
haber resistido estoicamente todos estos meses de intensa guerra hibrida
imperial contra Venezuela y no haber permitido que en la semana pasada la
derecha haya alcanzado su último fin: derrocar la Revolución Venezolana y
facilitar al sistema imperialista apoderarse de los recursos estratégicos y
minerales no renovables, así como detener el ejemplo que significa el modelo
venezolano para la liberación de los pueblos. Ante esa dinámica, el triunfo de
Venezuela en la Organización de Estados Americanos (OEA) dio muestras claras
del potencial bolivariano reconocido por los pueblos de la Región, incluido el
ecuatoriano, a los que los cabecillas políticos burgueses quieren cortejar con
la demagogia que los caracteriza.
Rafael
Correa tuvo razón cuando opinó que la ofensiva derechista en Nuestra América no
había podido consumar su intención de desintegrar al ALBA y que estaba siendo
contenida por los pueblos cada vez más conscientes en esta nueva época. Hoy hay
que reconocer y felicitar efusivamente a la Revolución Ciudadana porque con su
triunfo también vence el bolivarianismo y se fortalece la Alianza Bolivariana
para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP).
Hoy
amanecemos con más fervor y esperanzas en la vía socialista para la
consolidación de la independencia y la búsqueda de la total emancipación en
nuestros pueblos y naciones.
En
Venezuela estamos creando una vía propia al socialismo que ha equilibrado más
los poderes reales en pugna con una amplia, aunque perfectible,
participación protagónica de todos los sectores y en especial del pueblo, a
través de las Misiones Sociales, proyectos populares y mixtos con el
empresariado de gran envergadura económico-financiera-comercial, como los
Consejos Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) o todos los surgidos a
partir de los 15 Motores y de la Agenda Económica Nacional propuesta por la
Revolución.
Los CLAP
han mostrado la amplitud de posibilidades populares cuando las instancias no
son secuestradas por ninguna institución o instancia política intermedia y
cuando batallan abierta y revolucionariamente en la solución de problemas
concretos. Por ello, serán también instancias de legitimación de nuevos líderes
de base, y de herramientas y métodos populares para afrontar retos y resolver
problemas. En los CLAP se unen diversas experiencias laborales, esfuerzos
voluntarios y principios revolucionarios que los convierten, dentro del sistema
del Poder Público Nacional, en un nuevo modelo organizativo surgido de
las entrañas de una revolución social que está madurando su adolescencia en sus
casi 20 años para entrar en la juventud rebelde y más consciente.
Por ello, hay
que cuidar a los CLAP y evitar que se desgasten cargándolos unilateralmente de
tareas, sin haberles creado las bases de sostenibilidad. Hasta ahora son
viables porque lo que deben hacer lo pueden cumplir casi perfectamente. Más
objetivos requieren más organización estratégica y más recursos, y tal
triangulo estratégico –a decir del Comandante Supremo Hugo Chávez-
debe concebirse integralmente, como lo ha sugerido e indicado el camarada
Presidente Nicolás.
¡Alerta
que la espada de Bolívar y la zurda de Chávez, viven en el corazón y acción de
los pueblos de Nuestra América!
@ProfeWong
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