El Paradigma Chávez
Por Ernesto Wong
Maestre (*)
“Todos somos Chávez” es un
sentimiento que comenzó a formarse en Venezuela a fines del pasado año y luego
de extenderse por todo el país ya constituye la esencia, el núcleo central, de
lo que podríamos llamar el paradigma Chávez o el modelo chavista de comenzar la
construcción socialista en Venezuela partiendo de sus condiciones
histórico-concretas, donde el capitalismo impuesto por la oligarquía dominante
subordinada a los gobiernos estadounidenses siempre encontró en la resistencia
popular su adversario más contundente.
Fue tan poderosa esa resistencia
popular que se convirtió en el sujeto histórico imprescindible de la Revolución
Bolivariana y hoy, el “todos somos Chávez”, lo convirtió el pueblo en un
símbolo bolivariano que recorre los cuatro puntos cardinales del mundo y hoy
acapara la atención de todas las nacionalidades terrenas. Solo en 1 hora del
día 5 de marzo, día del fallecimiento de Hugo Rafael Chávez Frías, más de mil
millones de usuarios de la red social Twitter se refirieron a él, lo que
significa que más del 14% de la humanidad usó esa vía de difusión y/o
comunicación para dar a conocer su opinión y que un por ciento mucho mayor
centró su atención en las noticias acerca del líder bolivariano, convertido ya
en paradigma emancipador.
Recuerdo un día de abril de 1999,
durante la inauguración del 3er Encuentro Kiero Venezuela-Cuba de niños y
jóvenes beisbolistas, en el histórico estadio Palmar de Junco de Matanzas,
Cuba, en mi intervención pública de agradecimiento por las bondades brindadas a
la delegación venezolana de parte de la Universidad cubana “Camilo Cienfuegos”
que expresé al final de mis palabras: “Ahora tenemos de líderes a dos
Comandantes: Fidel Castro y Hugo Chávez”.
Meses antes, el Presidente Chávez
había convocado al referéndum Constituyente y el 25 de abril de 1999 el pueblo
lo refrendó, para ocho meses después aprobar la Constitución surgida de la
Asamblea Nacional Constituyente y un día después ser proclamada por esta magna
cita. Sin dudas, el Paradigma Chávez comenzaba a delinearse.
En estos catorce años transcurridos
nunca imaginé que me encontraría en esta dolorosa coyuntura, sobreviviendo la
muerte del líder más victorioso de toda la historia venezolana, y escribiendo
sobre sus hazañas políticas, económicas y sociales en pleno siglo XXI que han
contribuido a transformar la realidad y las expectativas de la gran mayoría de
los seres humanos de Venezuela y de otros países hermanos.
Cuando escribí lo hice para
apoyarlo en la formación ideológica de las nuevas generaciones. Hoy lo hago con
el mismo fin y en memoria del desaparecido querido Maestro de bolivarianos,
auténtico intérprete y constructor de la historia, marcada por la espada y
pensamiento del Libertador Simón Bolívar. Después escribiré con fines
investigativos pues su ideario y su praxis deben ser motivo de estudio
científico en universidades, liceos y escuelas.
GLADIADOR DE MIL
BATALLAS
Comprender la esencia del Paradigma
Chávez es encontrar el significado de lo íntimo ascendiendo hacia lo concreto,
hacia esa multiplicidad de determinaciones que a diario y en el diario quehacer
de la praxis popular se va tejiendo en torno a ciertos acontecimientos de
significación nacional.
A solo cuatro meses de haber tomado
por primera vez posesión, en ese abril creador, la actuación del nuevo
presidente venezolano en función de promover una Constituyente y una nueva
Constitución me hacía intuir que estábamos ante un gobernante que cambiaría la
historia de Venezuela, aún cuando la región estaba plagada de gobiernos
neoliberales y Cuba comenzaba a dar pasos por salir de ese “período especial”
que fue una combinación de la reducción total de intercambio externo socialista
y el bloqueo económico, financiero y comercial que aún mantiene el gobierno
yanqui.
Los días que vendrían después de
aprobada la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela se iniciarían
con el deslave ocurrido en el litoral de Vargas, convertido en tragedia social
debido a la cantidad de “viviendas” de pobres construidas en barrancos y
cuencas de arroyos, una de las características estructurales de la república
heredada.
La ágil y estratégica decisión de
Chávez de volcar todos los recursos del Estado para ayudar a la población
perjudicada y aceptar el apoyo de los médicos cubanos, al mismo tiempo que
frenaba los intentos de EEUU de instalar una base militar en la zona, marcaría
de profundo significado el camino elegido: el de la independencia con justicia
social y solidaridad.
A partir de ahí, se abrió en la
vida política venezolana la fase de consolidación del nuevo gobierno,
bolivariano por definición constitucional, caracterizado por las reiteradas
victorias populares ante las arremetidas conservadoras. Estas, a partir del
derrotado golpe de Estado del 2002, gracias a la unidad cívico-militar de base,
comienzan a tener los rasgos de las agresiones contrarrevolucionarias de
orientación imperialista realizadas contra otros procesos revolucionarios.
Tales arremetidas adquieren mayor
veracidad meses después con el dañino sabotaje petrolero, vencido por el pueblo
a inicios de 2003 que dio al gobierno la capacidad de controlar los principales
ingresos en divisas del país.
En esos dos acontecimientos, Chávez
y su equipo bolivariano apoyado por esa unidad cívico-militar implantó dos
récords: primero, vencer en cuarenta y ocho horas a cuarenta generales
sublevados, plana mayor de las FFAA y otros oficiales golpistas así como a la
cadena de televisoras y radios privados que manipularon y falsearon la
información que le llegaba al pueblo para apoyar a los anticonstitucionalistas,
y segundo, vencer un sabotaje ejecutado por las élites directivas de
tecnócratas en la principal riqueza energética del país que posee la más grande
reserva petrolera certificada del mundo.
CONSTRUCTOR DE RÉCORDS POLITICOS
COLECTIVOS
A los siete años de gobernar, ya
Hugo Chávez había marcado sus claves de liderazgo inconfundible y que comenté
en un artículo del 2007 que titulé "Muchas razones para ratificar por otro
período presidencial a Hugo Chávez, el candidato de la Revolución”.
Prefiero volver a recordar lo que
constituyen otros récords de liderazgo revolucionario alcanzados con
inteligencia y creatividad, ética socialista y audacia política. Ellos están
totalmente imbricados e interinfluyéndose mutuamente, veamos.
Chávez fue el primer Presidente de
Venezuela en informar bien y bastante al soberano, es decir, al pueblo; una de
las condiciones necesarias en todo proceso de transformaciones sociales que va
conjuntamente con la praxis revolucionaria de acciones posibles, como por
ejemplo levantar la autoestima nacional. En ese sentido, fue el Presidente que
rescató el orgullo de ser venezolanos y de ser hijos e hijas de la República
Bolivariana de Venezuela al tiempo que se dedicó a transformar al país para
convertirlo en una gran Nación, abriendo los cauces al desarrollo impetuoso de
las fuerzas productivas nacionales, ante todo controlando las inmensas riquezas
petroleras y colocándolas en función de satisfacer más las necesidades sociales
y de servir de base del desarrollo.
Parafraseando a Fidel cuando se
refirió a Vladimir Ilich Lenin en el centenario de su natalicio, digo hoy que
Chávez también fue “un gladiador de mil batallas”, con la democracia como
escudo y principio cardinal, y de espada, las ideas bolivarianas, lo que lo
convirtieron en el primer presidente venezolano en gobernar 14 años
consecutivos sometido a la voluntad popular, expresada en 16 procesos
electorales universales o regionales directos y secretos ganados ampliamente.
Fue el Presidente más audaz y
valiente en defender la Patria ante las agresiones imperialistas de Estados
Unidos contra Venezuela y el primero que construyó decisiones gubernamentales
de impacto masivo para elevar el nivel de educación gratuita de todos los
ciudadanos, premisa para la defensa integral de la Patria.
El Comandante Presidente fue el
primero de todos lo mandatarios venezolanos que promovió y garantizó
concretamente los cambios políticos en los tradicionales poderes que demandó el
pueblo y contribuyó decididamente como Jefe de Estado a crear el Poder
Electoral y el Poder Moral para blindar lo que se viene formando también con su
guía desde abajo: el Poder Popular, concebido por Chávez como la unidad
pueblo-gobierno-fuerzas armadas.
Él fue firme y sereno en firmar y
promulgar Leyes Habilitantes contra la desigualdad social y para mejorar la
vida familiar, manteniendo la paz social, sin guerra civil, ni represión, ni desaparecidos,
como sí ocurrió durante la república anterior.
Chávez se ganó el cariño, lealtad y
amor de sus conciudadanos patriotas por ser el primer Presidente en dar las
mayores posibilidades para que la sociedad defienda y garantice la igualdad de
género y las mujeres sean respetadas, valoradas y estimadas con equidad y
justicia, y por ser el primer Presidente venezolano preocupado y dedicado en
darle mayores y más extensos servicios de salud gratuitos a todo el pueblo.
También, por ser el Presidente
venezolano que más amistad y hermandad ha establecido con el pueblo cubano y
con sus líderes Fidel y Raúl Castro, en correspondencia con el apoyo mutuo
entre ambas naciones que fluye como el mismo río Orinoco.
Pueblos de los cinco continentes y
el suyo lo admiran por ser el Presidente de Venezuela que más ha ayudado a los
pueblos necesitados de Nuestra América, tal y como lo pedía Jesucristo a sus
seguidores, y por ser el primero de todos en recibir solidariamente y atender
con justicia y equidad a los emigrados de otras naciones, y conjuntamente por
ser el primer gobernante venezolano en hacer respetar la soberanía nacional, la
independencia y la autodeterminación del pueblo ante las amenazas provenientes
de otros gobiernos capitalistas e imperialistas.
Chávez fue el primer Presidente
venezolano en ser un líder mundial aclamado por los pueblos y ahora, después de
su fallecimiento, es venerado y aclamado en cientos de ciudades del orbe.
También fue el Presidente de
Venezuela que más ha impulsado el deporte nacional desde las bases sociales y
comunitarias, y el primero en extender masivamente la universidad por todo el
territorio nacional hasta alcanzar proporciones de magnitud mundial.
Todo ello le valió para ser el
primer Presidente venezolano que comenzó a distribuir más equitativamente las
riquezas del país y al mismo tiempo fue el primero de los presidentes venezolanos
en no permitir que los monopolios extranjeros continuaran imponiendo las decisiones
gubernamentales como ocurrió antes de 1999.
El Comandante Presidente Chávez fue
el Jefe de Estado que más ha propiciado el rescate de la identidad cultural y
artística de los venezolanos y el más dispuesto a gobernar con todos y para el
bien de todos. Y al mismo tiempo, es el Presidente más preocupado y
ocupado en elevar el bienestar de las comunidades indígenas de Venezuela y el
mandatario venezolano que más ha hecho por los pensionados y ciudadanos de la
Tercera Edad, a los que le garantiza un ingreso sistemáticamente ajustado a los
niveles de inflación.
Chávez fue el creador de las ya
famosas Misiones Sociales en Venezuela, de una variedad extraordinaria, como
vía organizativa para gobernar con equidad y justicia social, y con participación
política muy masiva, lo que lo convirtió en el primer Presidente de Venezuela
en gobernar con el pueblo y, a su vez, en crear los Consejos Comunales, como
forma del poder popular para participar en las decisiones de gobierno.
Fue el Presidente venezolano que
con más decisión y fuerza impulsó potentemente el desarrollo de la
infraestructura como base necesaria del desarrollo integral y comenzó a
intercomunicar por vía terrestre y espacial a través de vías férreas y
autopistas, así como por los satélites Bolívar y Miranda, a todas las regiones
del país y el primero en realizar miles de obras constructivas al alcance de
los pobres y sectores medios, desde edificios y casas hasta puentes, escuelas y
hospitales.
Y en el plano externo, sus éxitos
en las transformaciones políticas y sociales le proporcionaron una base sólida
para la proyección internacional de Venezuela. Luego de crear el 14 de
diciembre de 2004, junto al Comandante en Jefe Fidel Castro el ALBA (Alianza
Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América), el Comandante Presidente
Chávez se convirtió en el primer gobernante venezolano en iniciar una agenda
emancipadora intensa en torno al petróleo como es Petrocaribe con beneficio
mutuo entre 21 países y en torno a los ideales de integración del Libertador
Simón Bolívar como son UNASUR (Unión de Naciones de Suramérica) y CELAC
(Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños).
Desde su trinchera en pleno proceso
postoperatorio Chávez supervisó, entre otras tareas, la marcha de la
construcción de la Zona Económica Petrocaribe impulsada en la reunión del
pasado 10 de enero y constató con alegría el avance de las 13 empresas mixtas
creadas con diez países, entre ellos, los integrantes del ALBA-TCP.
Hasta el último minuto de su vida
Chávez dedicó lo mejor de sí a la Patria y por ello su pueblo lo premió
elevándolo a la inmortalidad, sosteniéndolo “en las agitaciones excelsas de la
gloria” como decía su José Martí, otro de sus guías espirituales junto a
Bolívar, Rodríguez, Zamora y Fidel.
Líderes hermanos y Estadistas de
diversos signos ideológicos presentes en las honras fúnebres del 7 de marzo
mostraron con su presencia su amistad hacia el líder bolivariano, ante un pueblo
respetuoso y educado, y ante el mundo, gracias a la transmisión de Telesur-VTV,
y dieron fe de la grandeza y entereza de nuestro querido Hugo Chávez.
SER COMO CHAVEZ
Decir “Todos somos Chávez” es
reconocerse a sí mismo como líder de su propio ser, comprendido en un contexto
social, reconociendo al colectivo unido por un liderazgo, a la fuerza de las
masas organizadas para alcanzar un fin ético y social, explícito en la praxis
socialista conjunta líder-pueblo. He ahí por qué afirmé desde el inicio de este
artículo que ese lema asumido por la mayoría del pueblo o la masa crítica que
hace posible la continuidad revolucionaria es la esencia o núcleo central del
Paradigma Chávez.
Considero que Chávez tendrá una
trascendencia mundial de proporciones inimaginable por todo lo mencionado hasta
aquí, fundido en un mismo líder, conformando todo un paradigma con un fin
preciso. En particular, por ser el primer Presidente en el mundo que propuso a
la sociedad –sin complejo ni prejuicio alguno- construir el socialismo, antes
de realizarse la primera reelección presidencial, como muestra de la total
confianza que tuvo en la sabiduría y valentía de su pueblo, convencido de que
éste transitará con éxito la “vía venezolana al socialismo”.
Es ahí donde considero que radica el
gran aporte que Hugo Chávez hizo a la humanidad: dar las claves sociales para
poder transitar, en paz, de una formación socioeconómica depredadora a otro
sistema social que respete la dignidad del ser humano y proteja la naturaleza,
mediante la desestructuración del capitalismo y la construcción del socialismo.
En nuestro caso, sobre las condiciones histórico-concretas de Venezuela que
también pueden ser creadas o modificadas por el propio ser humano como lo fue
logrando Chávez junto al pueblo.
Ahora, después de seis años de
aquellos artículos vuelvo a afirmar que “la honestidad se impondrá a la apatía”
que “la razón vencerá sobre la ignorancia” y que “el amor ganará esta batalla”
y como expresé en el 2006 en el artículo “Hugo Chávez se lo merece” siempre existieron
“muchas razones para ser reelecto por su pueblo”. Por todas esas razones, el
próximo 14 de abril la mayor parte del pueblo ratificará con Nicolás Maduro su
autodeterminación socialista.
Chávez ganó todas las batallas.
Hasta su muerte la convirtió en una gran victoria, expresada en los millones de
combatientes dispuestos a vencer todas las nuevas metas por el socialismo.
Murió convencido de ello, como lo manifestó más de una vez en ese loable
esfuerzo a lo largo y ancho del país en la última campaña presidencial ganada
el 7 de octubre del 2012. “Tú eres Chávez”, le decía a la mujer,
“tu eres Chávez” le decía al joven, “tú eres Chávez” indicaba al niño o a la
niña, “tú eres Chávez” extendiendo su dedo al miliciano parado en firme, “tú eres
Chávez” le decía a la vecina asomada la ventana para escuchar su discurso
alentador, “tú eres Chávez” indicaba al camarógrafo que le grababa.
¡Todos somos Chávez! es la consigna
estratégica, digna y versátil que acompañarán al líder en la gloria y al pueblo
en esta larga batalla. Somos sus seguidores quienes tenemos que ser a diario
como Chávez para seguir con su obra victoriosa, ganando las nuevas batallas
junto al ya formado líder bolivariano Nicolás Maduro, que también serán
contiendas ganadas por Chávez.
Las lágrimas que hoy vertimos por
Chávez se convierten en nuevos sueños y nuevas armas. Los lanceros que él formó
convierten sus lágrimas en nuevas lanzas productivas; los misioneros que él
formó convierten sus lagrimas en misiones exitosas; las madres y abuelas del
barrio que él favoreció convierten sus lágrimas en nuevas fuerzas para seguir
viviendo y educando a sus hijos y nietos; los militares que él formó convierten
sus lágrimas en conductas altamente éticas para elevar la moral combativa; los
educadores que él formó convierten sus lágrimas en ideas y sólidos
conocimientos sobre el mundo y la vida para así acompañar mejor con las nuevas
tecnologías a sus estudiantes; los abogados que él formó convierten sus
lágrimas en nuevos procesos jurídicos y normas justas; los deportistas que él
estimuló convierten sus lágrimas en nuevas victorias y récords; los artistas e
intelectuales que interpretan a través de una u otra modalidad las enseñanzas
de Chávez hacen de sus lágrimas un nuevo altar creativo; en fin, los ciudadanos
y ciudadanas que él formó hacen de sus lágrimas las armas más poderosas contra
la ignominia y la maldad de la oligarquía.
Ser como Chávez es actuar con
generosidad, gestionar y dirigir de forma planificada, equilibrada y
estratégica en constante intercambio con el pueblo, con una visión humanista de
un nuevo modo de vida sustentable y sostenible en construcción permanente, con
identidad propia, la que él llamó “socialismo revolucionario”, “socialismo
bolivariano” o “socialismo equilibrado”.
Ser como Chávez es entregarse a la
causa revolucionaria sin otro fin que hacer el bien, practicar la virtud para
alcanzar la felicidad, es desarrollar la capacidad para congregar, para unir
cada vez más seres humanos patriotas, y capacidad para integrar de forma socialista
todos los espacios del territorio nacional, incluido el insular y marítimo.
Ambas capacidades se desarrollan y aplican al unísono de forma dialéctica, como
nos enseñó Chávez.
Chávez contribuyó como ningún otro
al culto de los venezolanos y venezolanas a la dignidad plena del ser humano y
para ello insistió una y otra vez en enfrentar los problemas yendo a las causas
que los originan para cortar de raíz sus sustentos. Ir a la raíz, es ser
radical, decía Chávez recordando a Martí y exigía preguntarse siempre por “el
por qué” de los problemas y “el por qué” de las políticas, de las estrategias,
para persuadirse profundamente y tomar conciencia plena de lo que se debe
hacer.
Fue radical, y lo fue tanto que logró transformar de forma fulminante la
oscura realidad del capitalismo en una nueva realidad transitoria hacia el socialismo.
Su buen carácter no fue obstáculo
para ser firme ante las maniobras mediáticas que constantemente le acosaron
desde esos tenebrosos laboratorios televisivos proimperiales o desde las
trincheras de las conferencias de prensa. Nunca lo vencieron porque fue capaz
de enseñarle a su pueblo los oscuros fines de tales manipulaciones y fue el
Soberano el encargado de no dejarse engañar por los voceros y “periodistas” de
la oligarquía.
Ser como el invencible Chávez, es
crear sistemáticamente las condiciones para seguir alcanzando logros para el
pueblo que permitan acumular fuerzas y recursos para dar saltos cualitativos,
como los dio el pueblo con su obra en los catorce años que tuvo la dicha de
tenerlo de líder.
Ser como Chávez es convertirse en
un dirigente capaz de crear sus propios relevos en cada puesto de trabajo, tan
capaces como él y al mismo tiempo es ser muy preciso para seleccionar y
proponer para cada cargo a los cuadros más idóneos que sean capaces de darle
continuidad y profundidad a las tareas específicas de ese cargo, sin querer
cambiar todo de la noche a la mañana porque esa no era la visión dialéctica de
Chávez, ni tampoco estar inactivos o impasibles ante los problemas sin
resolverlos. “Es cambiar lo que debe ser cambiado”, nos dice Fidel, y en el
momento preciso que debe ser cambiado, como hizo Chávez.
Ser como Chávez es reconocer en los
jóvenes “la arcilla fundamental de nuestra obra” y en los niños y niñas “la
esperanza del mundo”. Ser como Chávez es admirar día a día el crecimiento
ideológico de la juventud y darle oportunidades para que realicen sus sueños
patrióticos y se formen como estadistas.
Y un estadista como Chávez debe ser
capaz de consultar sistemáticamente la opinión de sus colaboradores para
construir cualquiera de los tipos de decisiones que les compete, aún estando en
público, porque consultar, investigar, preguntar es sentido de grandeza y de
inteligencia y esas eran dos cualidades de Chávez. ¡Epa Diosdado!, ¿qué tu
crees de esto?, ¿qué dices Nicolás sobre esta situación?, ¿qué tu opinas María
Cristina? ¡dinos tu opinión Giordani!, eran expresiones cotidianas en el estilo
de dirección del Comandante Chávez que observamos en los Consejos de Ministros
televisados, usada para encontrar varias ideas hacia la solución de problemas
de gobierno y para reconocer al otro, al que se tiene al lado, al que se tiene
enfrente, algo esencial en el Paradigma Chávez.
El Comandante bolivariano supo qué
hacer y cómo lograrlo en cada momento, estableciendo prelaciones para cumplir
las acciones cuando era necesario, con una visión prospectiva ajustada a la
realidad, pero también a la realidad posible, a partir de la convicción de lo
que se va logrando, que es lo que garantiza que la audacia, esa audacia
chavista, dé sus frutos y garanticen el adecuado ritmo, la necesaria armonía
revolucionaria y el equilibrio del proceso bolivariano de transformaciones
sociales.
Ser como Chávez es aplicar su
Paradigma, es defender firmemente los principios de la Revolución Bolivariana y
dar pasos concretos para continuar desintegrando al sistema depredador del
capitalismo, al ritmo que indique la construcción socialista del pueblo, por el
pueblo y para el pueblo.
(*) Docente universitario, Co-Coordinador de Covenpri y Presidente Fundador de Planificación, Organización y Desarrollo de TRISOL. Twitter: @ProfeWong
URL: http://www.profewong.blogspot.com
Artículo publicado
inicialmente el 11-3-2013 por la Agencia Venezolana de Noticias AVN
(http://m.avn.info.ve/contenido/paradigma-chávez) y por Aporrea ese mismo día (https://www.aporrea.org/actualidad/a161050.html)
No hay comentarios:
Publicar un comentario