Con engaños y
zanahorias el Complejo se posicionó en la Asamblea
Por Ernesto Wong
Maestre
Si algo debe resaltarse como un
acontecimiento extraordinario a considerar en las próximas batallas políticas
de los trabajadores y trabajadoras es que la embestida imperialista contra
Venezuela pudo ser resistida el 6D por más de 5 millones de combatientes
bolivarianos y bolivarianas que no se dejaron vencer, ni confundir, ni
amedrentar por las campañas contrarrevolucionarias de naturaleza psicológica
del Complejo Militar-Financiero-Comunicacional imperialista, dirigidas a
modificar los comportamientos electorales de la mayoría del pueblo que ha
venido apoyando electoralmente al gobierno revolucionario desde 1999.
Es oportuno recordar que “los pueblos
del sur han sido -durante más de cinco siglos- invadidos, saqueados y
explotados por las potencias del norte. Ha sido una realidad ocultada por miles
de formas y procedimientos por dichas potencias, y en su lugar, han mostrado,
descrito a su antojo y poder, y difundido, la “realidad” que más conviene a los
intereses de quien realmente gobierna esas potencias: el complejo
militar-financiero-comunicacional del norte o imperial (CMFC). Desde el mismo
momento en que surge la teoría leninista del imperialismo, al iniciarse el
siglo XX se revelan claramente los dos más significativos poderes ejercidos
desde los gobiernos del norte para expoliar a los pueblos del sur: el militar y
el financiero, comprendido este último por Vladimir Ilich Lenin como la fusión
del capital bancario y el industrial” (1).
El poder comunicacional, usado
siempre por la minoría burguesa en contra de las mayorías trabajadoras desde la
Revolución Francesa en 1789, había llegado a su máxima expresión
“recientemente, cuando Estados Unidos lo ejerció sin ningún reparo ni moral
para derrocar al líder libio Muhamad Gada‑ en una combinación de comunicaciones
internacionales y hacia el territorio libio, ilegales y manipuladoras, con
fines de falsear la realidad para poder imponer con más eficacia el poderío
militar y hacer rendir más eficientemente el poderío financiero usado para
organizar a los jóvenes libios despolitizados y para sustraer de las arcas
libias las riquezas acumuladas por ventas de su petróleo”(2).
En tal sentido, “no es nada superficial
afirmar, como lo han hecho otros analistas, que la futura guerra entre el
imperialismo y las potencias que van alcanzando los mismos niveles de
desarrollo militar y financiero pero opuestas a usar la fuerza de las armas
para dirimir los conflictos, será realizada en el ciberespacio donde ya dejarán
de ser las colinas o las ciudades a conquistar, sino que serán los satélites a
derribar y los centros cibernéticos a hackear, todo con el último fin de
interrumpir las comunicaciones de los adversarios, entre los mandos y los
ejecutores de las operaciones, tanto militares como financieras” (3).
De todo ello el pueblo venezolano ha
sido víctima y los más indefensos ideológicamente no han resistido y,
engañados, han votado por sus propios verdugos. Ante todo, la
ventaja de la contrarrevolución fue lograda en el campo comunicacional y sobre
una base financiera-militar desarrollada coordinadamente con sucesos externos
también construidos, con engaños y zanahorias, por el Complejo en Argentina y
Brasil, que junto a Venezuela constituyen la triada potente, rebelde e incómoda
para el imperio yanqui.
De manera que observando el panorama
latinoamericano y mundial es necesario reafirmar que “la tarea del Sur, a todas
luces, es crear una Organización Defensiva del Sur de carácter
cívico-militar-financiera-comunicacional de naturaleza multipolar pero regida
por un Mando Conjunto del Sur que sea eficaz, es decir, ágil, certero y más
potente” que el CMFC (4).
Lamentablemente, por no contar aún
con el apoyo de ese Mando Conjunto del Sur, el bastión chavista fue atacado
ininterrumpidamente por el complejo de fuerzas imperiales que este 6 de
diciembre, al cabo de casi tres años de múltiples operaciones de fuerte impacto
psicológico, logró su segunda victoria en diecinueve batallas realizadas, de lo
cual, se debe sacar como conclusión la necesidad que tiene la Revolución
Bolivariana de concebir y diseñar estrategias de defensa integral donde se
combinen adecuadamente lo militar, lo financiero y lo comunicacional que permita
detener el avance de las fuerzas imperiales y fascistas que hoy han logrado
dominar el poder legislativo del Estado venezolano y se proponen derrocar al
gobierno revolucionario para descabezar las fuerzas emancipadoras que están
dando un potente ejemplo ético y solidario a todos los pueblos del mundo.
Citas:
1,2,3 y 4.- Artículo El Complejo
Militar-Financiero-Comunicacional, publicado por Últimas Noticias el 4 de abril
de 2015.
@ProfeWong
www.profewong.blogspot.com
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